El motor se puso en marcha. Apoyé mi mano en el cristal de la ventanilla mientras te miraba. Llovía y estabas empapado, y veía cómo te alejabas y te perdías entre la multitud, hasta desaparecer.
-Adiós, pequeño… adiós –susurré al borde del llanto. –No olvidaré vaciar mis bolsillos cuando vuelva a meter el pantalón en la lavadora.
Microrrelato seleccionado en el libro «Bocados sabrosos III», del Concurso de Microrrelatos ACEN. Libro solidario a favor de A.F.A. (Asociación de Familiares de personas con la enfermedad del Alzheimer y otras demencias de Castellón). Si estás interesado en el libro, busca en el lateral de mi blog.