Esta noche voy a acariciarte
como lo hace el mar en el horizonte,
y besarte como lo hace en la orilla,
y como cuando choca contra las rocas… hacerte el amor.
Hasta envolvernos, hasta ahogarnos,
hasta hundirnos, hasta asfixiarnos.
Ni piel, ni ropa, ni gritos, ni aliento, ni aroma.
Hasta no ser ya nada, mañana.
Y mañana…
corre y búscame desnuda en la playa,
caminando sobre las dunas,
en cada huella,
en cada grano de arena,
en el olor a brisa
y en el sabor a sal;
en los restos de sudor de tus sábanas empapadas…