Etiqueta: Microrrelato

10 jul

EL PACIENTE ENAMORADO

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Microrrelato seleccionado en el I Concurso de Microrrelatos románticos «Porciones del alma», 2013. Diversidad Literaria.

Te amo… Y por ti soy capaz de hacer sangrar mi piel para lograr que tú por mi te conmuevas,… aunque duela. Mas tú apenas me hablas, ni me miras, ni me sonríes. Y yo aún mantengo la esperanza, por eso me sigo hiriendo. Me reconforta ver tu bonita cara un ratito por las mañanas, cuando entras y me vuelves a poner en su sitio el gotero.

24 jun

AMA A MÍ, ME, CONMIGO

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

-Me gusta la línea que perfila de manera perfecta el contorno de tus labios. Me gustan los carrillos hinchados que se te están formando a ambos lados, moteados por graciosas pecas. Y tus ojos chispeantes, me hechizan. Déjame besarte. Allá voy. Me acerco, te beso,… te beso,… te beso,… ¡Cloc! ¡Ay!

Y la enamorada dejó la marca de la punta de su nariz en el espejo.


Microrrelato seleccionado en el libro «Cachitos de Amor II», del Concurso de Microrrelatos románticos ACEN. Libro solidario a favor de A.FA. (Asociación de Familiares de personas con la enfermedad del Alzheimer y otras demencias de Castellón). Si estás interesado en el libro, busca en el lateral de mi blog.

 

14 jun

LA CURACIÓN

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Microrrelato presentado al Concurso de Microrrelatos Fundación Pública Gallega Camilo José Cela (FCJC) 2013, cuya frase tenía que ser el arranque de «La familia de Pascual Duarte»… Yo señor, no soy malo

-Yo, señor, no soy malo… -musitó tembloroso el muchacho a su interlocutor.

Éste, un hombre que aparentaba tener más edad de la que le correspondía, con rostro demacrado e inexpresivo, le miraba de frente, inmóvil e hipnótico, con los ojos muy abiertos, pero hundidos. Le tendió la mano con el puño cerrado, y de inmediato mostró su palma, donde había tres pastillas de color blanco. Asintió con la cabeza.

-Pero a mí, desde pequeño, siempre me han dicho que no aceptara nada de desconocidos  -finalizó el joven, más sereno.

El chico abrió la pequeña puerta con espejo del armario del lavabo, y volvió a guardar las pastillas en su bote de antidepresivos.

07 jun

REFLEXIÓN DESNUDA: GULA

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Y tras abrir la despensa de mi mente, me voy nutriendo de ti; con gula, con deseo, con hambruna, con pasión. Picoteo de las migas de pan tierno de tus orejas. Me endulzo con la roja fresa de tu boca. Tomo de la bebida azucarada de tu cuello. Mordisqueo las costillas muy hechas de tu cuerpo. Rebaño la tarrina de helado de tu ombligo. Respiro. Y paro para hacer la digestión, pero todavía no estoy llena.

05 jun

ESPERAR CIEN AÑOS PARA AMARTE

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Microrrelato finalista en el «II Concurso de Microrrelatos organizado por la Asociación Valenciana de Críticos y Escritores Literarios (C.L.A.V.E.)»

Y cuando yo te busque tú ya te habrás marchado. Y cuando tú me quieras encontrar, yo ya me habré ido. Y sólo cuando tenga que ser nos amaremos. Y cuando eso ocurra todos serán cómplices de nuestro amor. Y ante sus ojos uniremos nuestras bocas, con un beso tan largo y tan mágico, que ciegos de fascinación quedarán.

Le dijo la luna al sol.

Fotografías: LiterNauta.es
24 may

EL PEQUEÑO PLACER DE UN BESO

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Para personas enamoradas… 

Dame un beso dulce, como el fragmento de una onza de chocolate, cuando la derrito en mi boca, plácidamente, con la calidez de mi saliva.

Dame un beso fresco, como la brisa en la cima de una montaña, cuando golpea mi rostro, impulsivamente, en una calurosa tarde de verano.

Dame un beso inocente, como un campo sembrado de amapolas, cuando deslizo mi mano por ellas, alegremente, mientras camino con los ojos cerrados.

Dame un beso íntimo, como la luna llena, cuando la observo allá a lo alto del cielo, misteriosamente, en noches sin estrellas.

Dame un beso tierno, como el corazón de una magdalena, cuando hundo mis dedos en él, relajadamente, al salir recién hecha del horno.

Dame un beso fugaz, como la sonrisa de un desconocido, cuando espero sentada en el tren, pacientemente, y nuestras miradas se cruzan a la vez.

Dame un beso mágico, como la lluvia de una tormenta, cuando me empapa sin tener paraguas, tenuemente, hasta que vuelve a salir el sol.

Dame un beso verdadero, como los dedos de un amigo, mientras se posan en mis mejillas, silenciosamente, para secar las lágrimas…

Dame un beso de amor, de tus labios, como el de aquella vez, sinceramente, cuando nos conocimos.

Dame un beso,… vuelve a darme un beso, un beso tuyo.

20 may

LA PRINCESA (DES)PROMETIDA

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Microrrelato con una deliciosa venganza de amor…

La niña había estado jugando a ser mayor, se había puesto un bonito vestido, se había calzado unos tacones y se había pintado bien los labios. Había estado bailando frente al espejo, a la vez que tarareaba una melodía de cuento de hadas en su imaginación. Y tras ello, se sentó en el borde de la cama, abrió el libro a la altura que el marca páginas indicaba, y terminó en voz alta la última página que le faltaba por leer.

“(…) y la primera de las noches la princesa esperó sobre el lecho de su alcoba, emocionada, pues su príncipe iría a buscarla, y la montaría en su blanco corcel, tras haber vencido con su sable al dragón de cuatro cabezas.

De nuevo, la segunda de las noches la princesa esperó sobre el lecho de su alcoba, emocionada, pues su príncipe iría a buscarla, y le apartaría las ondas de su cabello, para susurrarle tiernas palabras cerca de su rostro.

Y al fin, la tercera de las noches la princesa esperó sobre el lecho

de su alcoba, emocionada, pues su príncipe iría a buscarla, y la tomaría con sus robustos brazos, mientras le propinaría un dulce beso de amor.

Esperó durante horas, mientras se atusaba con las púas de sus dedos el cabello. Y ya cuando sobrevino la noche, de tanto cansancio se quedó dormida.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.”

La muchacha cerró el libro, cogió su bolso y se fue a la discoteca con sus amigas.

19 may

RECETA DE CORAZÓN A LA VINAGRETA

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Precio: económico

Dificultad: fácil

Ingredientes:

  • 1 corazón joven y tierno
  • Una pizca de besos y 1 pizca de caricias, a partes iguales
  • Una cucharadita de cariño
  • 1 buen chorro de promesas
  • 1 ramita de mentiras
  • Guarnición: Enamoramiento al gusto

Procedimiento:

– Separamos el corazón tierno. Lo lavamos bien para eliminar restos. Lo secamos con cuidado para no romperlo. Lo colocamos sobre una cacerola nueva. Sazonamos con la pizca de besos y la pizca de caricias. A continuación añadimos la cucharada de cariño. Lo impregnamos bien con nuestras manos, hasta que se vaya empapando por todas partes con la mezcla. Cuando esté bien revuelto todo, cubrimos con el chorro de promesas. Dejamos macerar durante un tiempo. Cuando el corazón haya absorbido gran parte del jugo lo calentamos a fuego fuerte. Mientras tanto vamos preparando la guarnición de enamoramiento y la dejamos preparada en el plato. En cuanto el corazón esté bien hecho y meloso, lo sacamos de la cacerola. Lo introducimos en el mortero junto con la ramita de mentiras, y machacamos, machacamos y machacamos hasta que se deshaga completamente. Lo añadimos a la guarnición y… ¡Listo para comer!

18 may

REFLEXIÓN DESNUDA: LLUÉVEME, AMOR

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Acurrucada dentro de la cama, sólo una lamparilla de noche me alumbra. Fuera comienza a llover, y nos miramos. Con los ojos entornados, muy cerca, frente a frente, de lado, descubiertos, sin telas, desnudos, tan cálidos, tan íntimos, tan nosotros dos. Nadie más. A cada gota que suena sobre el cristal de la ventana, nos acariciamos con un beso, casi al compás. La lluvia crece, también nuestro frenesí. Adosados, abrazados, abarcados. Pecho con pecho, piel acariciando a piel. Llueve más fuerte, el cielo se enfurece. Descarga su pasión sobre el tejado de nuestro rincón. Interrumpo un beso. – Hazlo,… ahora –susurro sin escuchar mi voz. Y ya estás sobre mí, sin darme cuenta. Y ya estás dentro de mí, y me doy cuenta. Unidos, fundidos, amarrados. Hacemos el amor. Graniza fuera y la luz de la lámpara se entrecorta, pero ahí estás, te veo, te siento, tan profundo que casi alcanzas a rozar mi corazón. Lo acaricias, lo dejas, lo tocas, lo abandonas,… Un último trueno, y la oscuridad se instala en la habitación. Ya he llegado. Y ya ha cesado. Y ya no hay tormenta, ya no hay nada. Sólo charcos fuera. La luz regresa y abro los ojos. Y no hay nada. Sólo un charco dentro, mi espalda envuelta en sudor en la cama. Y ya no hay hombre, ya no hay nada…