Etiqueta: Terror

29 nov

AQUELLA MUJER DE LOS GATOS

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

No te mira nunca, pero yo sí la veo cada atardecer cuando paseo a Lulo. En esa plazuela a las afueras de la ciudad, con dos arboledas marchitas y otro par de bancos de piedra carcomido por los excrementos. Silenciosa, donde hace semanas se podían oír inquietas a las golondrinas. A la misma hora antes de cenar, las hojas de un arbusto se sacuden como si alguien o algo lo estuviera revolviendo desde dentro.
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02 jul

OSCURA

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Y corría para alcanzar el sol
sin saber que era el sol quien más corría,
sin saber que era el sol quien me seguía,
sin saber que era el sol de quien huía,
sin saber que corría para huir del sol,
sin saber que corría para seguirla,
sin saber que corría para correr más que Yo,
sin saber que corría para alcanzarla. A Ella.
A la más mía, la que la noche oculta, a la más misteriosa,
a la más leal, la más engañosa.
Al Yo sin rostro. A la que tiene forma.
Mi otro Yo. Mi Yo en la sombra.

17 feb

POEMA DE DESAMOR SIN NOMBRE, PORQUE YA NO SÉ QUIEN ERES Y YA NO SOY NADA.

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

No me dañes, no me hieras,
porque se abrirán entonces las nubes,
y se oirá el retumbo de un millón de estrellas.
Y caerán como espinas de nieve,
y borrarán la figura lejana.
Y caerán como espinas de agua,
y empaparán aquellos pies que andan.
Y caerán como espinas de acero,
y en la tierra al paso serán hincadas,
preso, atrapada,
caerán como espinas de sangre,
para que no me hieras,
para que no te vayas,
para que no me dañes,
sobre la carne,
desgarrada, mientras te miro,
con el corazón exprimido,
en mi mano,
que llueve.
De este pecho empalidecido,
de esta rosa ahogada,
de este amor que está marchito.

27 nov

LA CRIATURA

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Cuatro ojos tenía,
dos en cada lado,
mirada confusa y vigía,
delante y detrás,
surcada por las estrías
de sangre y humedad.

Tenía cinco orejas,
que controlaban, obsesivo,
los pasos de algún furtivo;
y no es que hubiera perdido el sentido,
repartido, estaba,
a lo largo de su piel.

Y dos comisuras tenía,
teñidas de rojo,
como el fluido de su pecho,
que se escapaba por la boca,
que tenía,
sola, una sola,
repleta de incisivos;
hambrienta de su corazón de feto.

Vivía en las entrañas
del ser que se miraba,
muy quieto,
sin saber quién era,
sin saber qué responder,
poseído.
“Pronto nacerá…”
Se dijo.
“Pronto eclosionará el huevo…
Y se dispondrá a morder…”
Jadeó frente al espejo.
“La criatura llamada Miedo.”

09 jun

EL SOLITARIO

Eva Villares / Publicación / / 0 Comments

Después de pasar la última noche juntos decidió acabar con ella. Se sentó en la cama a su lado, mientras observaba tranquilo cómo el oxígeno iba escapándose de su pecho poco a poco. Entonces la cortó a cachitos, preparó una bolsa de basura grande, la metió dentro y la tiró al contenedor amarillo. Siempre fue un individuo introvertido, pero no podía soportar dañar el medio ambiente.