Recolecté las más majestuosas plumas caídas,
las cosí con los más deslumbrantes hilos dorados,
las laqué con el más claro de los blancos,
las rocié con el más dulce de los aromas.
Ahora, colócalas en tu espalda… y vuela…
Lejos,… vuela…
Tú solo,… vuela…
que yo todavía cumplo aquí abajo,
en el inframundo, mi penitencia.